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METODOS PARA IMPULSAR LA LECTURA
- Leer nosotros mismos: los niños, especialmente los más pequeños, aprenden por imitación y, si no ven leer a los adultos, es muy difícil que adquieran el hábito. Da igual si leemos el periódico, novelas o si les leemos a ellos en voz alta. Y cualquier momento es bueno, en la sala de espera del médico, antes de acostarlos… Es especialmente positivo fijar momentos diarios de lectura conjunta.
- Si optamos por leer a nuestros hijos, se recomienda jugar con las voces, las entonaciones y el énfasis en los diálogos para caracterizar a los personajes. Dar vida al cuento. Así estaremos creando recuerdos memorables en la mente de nuestros hijos.
- Dejar que los niños elijan sus propios libros y, si los hemos leído nosotros, comentárselo. Si ellos son los que deciden, seleccionarán libros que, apriori, les interesan más y les será más fácil leer, porque los propios contenidos pueden ser motivadores.
- Visitar librerías y bibliotecas, y participar en actividades de animación a la lectura.
- Asociar la lectura con momentos positivos: regalar libros en cumpleaños, Navidades y otras ocasiones especiales predispone a asociar la lectura con momentos felices de la infancia.
- Felicitar por los logros: cuando es el niño quien lee, hay que hacer que sea consciente de sus avances y felicitarlo por ellos. Ya no tropiezas en las comas; muy bien o Ahora lees más rápido son frases concretas y motivadoras que le demuestran su propia capacidad de aprender.
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